20 jun 2012



MALEDICENCIA

Un sabio fue visitado por alguien que se puso a hablar mal de otro amigo del sabio, y este le dijo: —Después de tanto tiempo, me visitas para cometer ante mí tres delitos: primero, procurando que odie a una persona a la que amaba; segundo, preocupándome con tus avisos y haciéndome perder la serenidad; y tercero, acusándote a ti mismo de calumniador y malediciente. Hablar mal de otra persona es una manera de destruirla frente a los demás pero sobre todo de hacerlo dentro de nuestra mente y de nuestro corazón. Es una manera de agredir y violentar al otro para así crear la fantasía que yo soy superior. Maledicencia es la acción y efecto de hablar mal de alguien y desacreditarlo, pero comúnmente utilizamos la palabra “raje” para referirnos a ella. Quien habla mal de otro crea también la fantasía de tener “el poder de destruir” a la persona sobre la que habla, siendo esto realmente irreal. Hay quienes rajan en grupo para así poder creer que tienen autoridad para permitir que alguien sea” igual a ellos” o diferente de ellos. El raje dentro de la familia puede ser peor, porque envenena los lazos interpersonales y siembra heridas que no siempre se pueden sanar.

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