3 nov 2011

EL REINO DE LA REALIDAD


EL REINO es semejante a un hombre que se quedó profundamente dormido y soñó que estaba solo en el universo. Y lo único que había en toda la extensión eran piedras, máquinas, complicados robots y toda clase de fuerzas en acción. Y así, soñando que estaba en el reino de la soledad humana, empezó a andar dormido. Y se lanzó sonámbulo por los caminos del mundo.

Y he aquí que se le acercó otro hombre para comunicarse con él y decirle: “Aquí estoy, soy otro como tú”. Mas el sonámbulo al ser tocado se dijo: “Un robot mal programado acaba de toparse conmigo… o tal vez se trate de un mecanismo que concentra las fuerzas del movimiento dialéctico de la naturaleza… o quizás sea un árbol”, y se hizo a un costado.

Mas el otro hombre insistió, y agarrándolo por los hombros lo sacudió gritando “¡Lázaro, ven fuera…! ¡Despiértate sonámbulo Zaratustra!”. Súbitamente adolorido por el amor del otro, el sonámbulo se despertó y lentamente aquella pesadilla de soledad que le había parecido tan real se pasó, y vio al otro hombre y emocionado lo abrazó y echaron a andar juntos.

Y el otro hombre le dijo: “Tienes que darle gracias a Dios que me mandó para traerte de vuelta al Reino de la Realidad”. El que había sido sonámbulo se había criado en la escuela de Nietzsche, Freud y Marx, y había sido sometido a la propaganda de Stalin, Hitler y los científicos de la Seguridad Nacional. Así que empezó a responderle: “¿Darle gracias a Dios? Si todo es nada más que una neurosis, un fruto del temor a la naturaleza, un miedo de soltar la voluntad de poder y de muerte que llevamos dentro…” Iba diciendo así, cuando el otro lo miró compasivo, y le tocó la mano en gesto amigo y le dijo: “¿Estás realmente despierto?” Y el hombre se dio cuenta de repente que ya la pesadilla había pasado, y que no estaba solo. Y le dijo al otro hombre: “Tienes razón, voy a darle a Dios gracias en tu nombre”. Y allí mismo se detuvo y elevó la mirada.

Y hubo gozo en el cielo porque otro ser humano había entrado en el reino de la realidad.
Samuel Escobar

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